Vivir con una enfermedad crónica puede ser estresante, pero hay formas de manejar el estrés y mejorar su calidad de vida.
Es común experimentar una variedad de emociones cuando se vive con una enfermedad crónica, como miedo, ira, tristeza o confusión.
Es importante que se brinde apoyo a sí mismo y se busque ayuda adicional si es necesario.
El estrés puede hacer que sea más difícil cuidar de su enfermedad crónica, para ayudarse puede dar un paseo o leer un libro. Además recomienda aprender a manejar el estrés para mantener una actitud positiva ante la vida física, emocional y espiritualmente.
También puede ser útil buscar ayuda profesional si siente que el estrés está afectando su capacidad para manejar su enfermedad crónica. Los grupos de apoyo también pueden ser una buena opción para conectarse con otras personas que están pasando por situaciones similares.
Se necesita mucha energía para manejar su enfermedad crónica cada día. Algunas veces, esto puede afectar su actitud y estado de ánimo. A veces usted puede sentirse muy solo. Esto se da especialmente durante los momentos en que su enfermedad es más difícil de manejar.
A veces, puede experimentar algunos de los sentimientos que tuvo cuando presentó por primera vez la enfermedad:
- Deprimido por tener la enfermedad. Se siente que la vida nunca va a estar BIEN otra vez.
- Todavía parece injusto que usted tenga la enfermedad.
- Temeroso de que se vaya a poner muy enfermo con el tiempo.
Estas clases de sentimientos son normales.
El estrés puede hacer que sea más difícil para usted cuidar de su enfermedad crónica. Usted puede aprender a hacerle frente al estrés para ayudar a manejarlo día a día.
Encuentre maneras que le funcionen para disminuir el estrés. Las siguientes son algunas ideas:
- Vaya a dar un paseo.
- Lea un libro o vea una película.
- Ensaye con yoga, tai chi o meditación.
- Tome una clase de arte, toque un instrumento o escuche música.
- Llame a un amigo o pase tiempo con él.
Encontrar maneras saludables y divertidas de hacerle frente al estrés le ayuda a mucha gente.
Si el estrés o la depresión perduran, hablar con un terapeuta puede ayudarlo a afrontar los muchos sentimientos que surjan. Pídale ayuda al proveedor de atención médica para encontrar un terapeuta.
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Credo por:
Caro Reyes