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publicado el 10 Apr 2025
Apoyos ortopédicos para niños con PCI

La Parálisis Cerebral Infantil (PCI) presenta un espectro diverso de desafíos motores, y para muchos niños, los apoyos ortopédicos juegan un papel crucial en su desarrollo, independencia y participación en el mundo que les rodea. Muletas, férulas y andadores adaptados no son solo herramientas; son extensiones de su potencial, diseñadas para brindar soporte, estabilidad y facilitar el movimiento de formas que antes parecían inalcanzables.

En este artículo, exploraremos en profundidad estos valiosos aliados, comprendiendo su función específica, los diferentes tipos disponibles y la importancia de una adaptación individualizada para cada niño con PCI.

Comprendiendo el impacto de la PCI en la movilidad infantil

Antes de sumergirnos en los apoyos ortopédicos, es fundamental recordar que la PCI afecta a cada niño de manera única. El tono muscular, la coordinación, el equilibrio y la fuerza pueden variar significativamente, lo que requiere soluciones personalizadas para optimizar su movilidad y funcionalidad. Los apoyos ortopédicos buscan abordar desafíos específicos, como la debilidad muscular, la espasticidad, las deformidades y la falta de equilibrio, permitiendo a los niños participar más activamente en su entorno.

Muletas adaptadas: Un soporte para la independencia en cada paso

Las muletas son dispositivos de apoyo que se utilizan para descargar peso de una o ambas piernas, mejorando el equilibrio y facilitando la marcha. Para niños con PCI, las muletas adaptadas pueden ofrecer:

  • Mayor estabilidad: Proporcionan puntos de apoyo adicionales, reduciendo el riesgo de caídas y permitiendo una marcha más segura.
  • Descarga de peso: Alivian la carga en extremidades débiles o dolorosas, facilitando el movimiento y reduciendo la fatiga.
  • Fomento de la independencia: Permiten a los niños desplazarse de forma autónoma en distancias cortas o moderadas.

 

Tipos de muletas adaptadas para niños con PCI:

  • Muletas axilares: Ofrecen un soporte robusto bajo los brazos, pero requieren una buena fuerza en la parte superior del cuerpo y pueden generar presión en las axilas si no se ajustan correctamente.
  • Muletas de antebrazo (canadienses): Proporcionan soporte a través de un brazalete que rodea el antebrazo, permitiendo mayor libertad de movimiento en las manos y los brazos. Son una opción popular para niños con PCI que tienen buen control del tronco y los brazos.
  • Bastones: Pueden utilizarse individualmente o en pares para brindar un soporte ligero y mejorar el equilibrio en niños con afectación leve.

 

La clave está en la adaptación: La altura, el agarre y el ángulo de las muletas deben ajustarse meticulosamente por un terapeuta ocupacional o fisioterapeuta para garantizar una postura correcta, una marcha eficiente y evitar lesiones secundarias.

Férulas: Moldeando el soporte para la función

Las férulas son dispositivos ortésicos externos diseñados para controlar, corregir o inmovilizar segmentos del cuerpo. En niños con PCI, las férulas desempeñan un papel vital en:

  • Control de la espasticidad: Ayudan a mantener las articulaciones en una posición funcional, reduciendo la rigidez muscular y previniendo contracturas.
  • Corrección de deformidades: Pueden aplicar una presión suave y constante para alinear huesos y articulaciones, previniendo o corrigiendo deformidades como el pie equino.
  • Mejora de la alineación: Un buen alineamiento de las extremidades facilita la carga de peso adecuada y mejora la eficiencia del movimiento.
  • Soporte y estabilidad: Proporcionan soporte adicional a articulaciones débiles, permitiendo a los niños participar en actividades que de otra manera serían difíciles.

 

Tipos comunes de férulas adaptadas para niños con PCI:

  • Férulas tobillo-pie (AFOs): Son las más comunes y se utilizan para controlar la posición del tobillo y el pie, mejorando la marcha y el equilibrio. Existen diferentes tipos según el nivel de soporte necesario (rígidas, dinámicas, articuladas).
  • Férulas de rodilla-tobillo-pie (KAFOs): Proporcionan soporte adicional a la rodilla, utilizadas en casos de debilidad significativa en esta articulación.
  • Férulas de mano y muñeca: Ayudan a mantener la alineación de la mano y la muñeca, previniendo deformidades y mejorando la función para actividades de la vida diaria.
  • Órtesis de tronco: Brindan soporte al tronco para mejorar la postura y el control del cuerpo.

 

La personalización es esencial: Las férulas para niños con PCI a menudo se fabrican a medida a partir de moldes de yeso o escaneos 3D para asegurar un ajuste preciso y un control óptimo. La elección del tipo de férula y los materiales dependerá de las necesidades individuales de cada niño y de los objetivos terapéuticos.

Andadores adaptados: Un marco para explorar el movimiento

Los andadores son dispositivos que proporcionan un marco de soporte para ayudar a los niños a mantener el equilibrio y facilitar la marcha. Para niños con PCI, los andadores adaptados ofrecen:

  • Mayor estabilidad: Amplían la base de apoyo, reduciendo el riesgo de caídas y proporcionando una sensación de seguridad al caminar.
  • Soporte de peso: Permiten descargar peso de las piernas, facilitando el movimiento en niños con debilidad muscular.
  • Fomento de la participación: Pueden permitir a los niños participar en actividades escolares, recreativas y sociales al facilitar su desplazamiento.

 

Tipos de andadores adaptados para niños con PCI:

  • Andadores posteriores: Se colocan detrás del niño y fomentan una postura más erguida y una zancada más larga. Son útiles para niños con tendencia a inclinarse hacia adelante.
  • Andadores anteriores: Se colocan delante del niño y proporcionan un soporte más robusto. Son adecuados para niños que necesitan más apoyo para mantener el equilibrio.
  • Andadores con soportes de antebrazo: Ofrecen un mayor control y soporte a través de los antebrazos, siendo útiles para niños con debilidad en el tronco o las manos.
  • Andadores dinámicos: Incorporan sistemas de suspensión o ruedas con resistencia ajustable para facilitar un patrón de marcha más fluido y controlado.

 

La adaptación marca la diferencia: La altura, el ancho, los soportes y los accesorios del andador deben ajustarse cuidadosamente para adaptarse a la altura, la fuerza y las necesidades específicas de cada niño. Los terapeutas juegan un papel crucial en la selección y adaptación del andador adecuado.

 

Un equipo multidisciplinario para un futuro sin límites

La elección y adaptación de muletas, férulas y andadores para niños con PCI es un proceso que requiere la colaboración de un equipo multidisciplinario, que incluye:

  • Médicos especialistas (neurólogos, ortopedistas): Para el diagnóstico y la supervisión médica.
  • Fisioterapeutas: Para evaluar la movilidad, la fuerza y el equilibrio, y diseñar programas de entrenamiento y adaptación de los dispositivos.
  • Terapeutas ocupacionales: Para evaluar la función en las actividades de la vida diaria y adaptar los dispositivos para facilitar la participación.
  • Ortesistas: Para diseñar, fabricar y ajustar las férulas y otros dispositivos ortopédicos.
  • La familia y el propio niño: Su participación activa es fundamental para el éxito del proceso.

 

Conclusión: Empoderando a los niños con PCI a través del soporte adecuado

Las muletas, férulas y andadores adaptados son herramientas poderosas que pueden marcar una diferencia significativa en la vida de los niños con PCI. Al brindar soporte, estabilidad y facilitar el movimiento, estos dispositivos no solo mejoran su funcionalidad física, sino que también fomentan su independencia, autoestima y participación en el mundo que les rodea. La clave reside en una evaluación exhaustiva, una adaptación individualizada y el trabajo en equipo de profesionales, familias y el propio niño, abriendo un camino hacia un futuro con menos límites y más oportunidades.

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